Una ley de ese tipo va a generar lógicos reclamos por un principio de equidad que comprende a muchas otras entidades, incluyendo Congreso.
Más importante es que ciudadanas y ciudadanos vean con sus propios ojos que personajes como Castañeda, García, Giles o Toledo -si han cometido delitos de corrupción- son condenados cuánto antes a cárcel efectiva y correspondiente reparación civil.