Durante la presidencia de Freitas, la fundación Canevaro -en vez de defender su intangibilidad y ante la indolencia del alcalde Gómez- vendió prácticamente toda la parte baja de la Loma Amarilla (pulmón ecológico de Surco y monumento histórico de Perú) que da hacia la calle Loma de los Suspiros a una empresa para la construcción de edificios de costosos departamentos. Actualmente ya casi se ha concluído este despropósito, que invade inclusive más de la mitad de la ladera del cerro.
El diario El Comercio debe enviar reporteros para la respectiva constatación.