214. Haciendo gala de acendrada pechugonería criolla el ex presidente García se expresó la semana pasada (ante una sumisa periodista Valenzuela) a favor de la revocación de autoridades democráticamente elegidas, a propósito de un proceso similar que él apoyó empeñosamente en contra de la alcaldesa Villarán.
García no parece reparar en que si dicha opción hubiera estado vigente en los años 80, él no hubiese podido concluir de ningún modo su 1er gobierno dado el grado de calamidad en que había sumido al país con el concurso de su sonora incompetencia.
Tampoco parece recordar García que fue gracias al misericordioso gesto del presidente Obama que en 2009 pudo recibir apoyo de especializados entes gringos para contrarrestar con sofisticado equipamiento a los espías de BTR que venían escuchando y grabando subrepticiamente el detalle de todas sus andanzas. Y que fue gracias a una sumisa policía y mafiosa judicatura que pudo destruir evidencias, cuales en un país más competente hubieran detonado ese mismo año su justa dimisión y consecuente encierro carcelario.
Ahora último, García trata de hurtarnos el liderazgo en contra de una reelección presidencial encubierta usando un adjetivo (conyugal) que él maltrató al compás de la humillación en cadena televisiva a la que sometió a su entonces esposa Nores en 2007 y se empeña en arrinconar al presidente Humala hacia un injusto indulto de Fujimori, a sabiendas de que él (García) evadió otorgarlo para no arruinar su posible vuelta en 2016 y no obstante que fue el socio Montesinos desde su escondite en Panamá (luego de coordinación telefónica de "vasos comunicantes" con él en París) quien dispuso que lo libren en un santiamén de bienganada contumacia para que pueda retornar de dorado exilio y con resucitadas aspiraciones políticas en 2000.