Thu Mar 8, 2012 11:56pm
El robo por siglos de oro mejicano y peruano fue obra y gracia del sacro imperio romano-germánico (reinos italianos encabezados por el Vaticano en alianza con los reinos alemanes) que usaba a los reinos ibéricos como útiles intermediarios.
Aquel poder político (encubierto en mantos de fábulas religiosas) contra el que juraron luchar los sabios masones que fundaron USA, ha sido caldo de cultivo de inimaginables esquemas de corrupción.