163. Quienes estamos vinculados cercanamente a la campaña de Pedro Pablo Kuczynski pudimos tener acceso a las encuestas que ya no se podían difundir y realizar cálculos de probabilidades que proveían un fundamento sólido para tener la seguridad de que PPK iba a superar a Keiko Sofía Fujimori en aproximadamente 2 puntos porcentuales del voto general.
Por ello es que no puedo ocultar la sensación de que se puede haber producido un fraude electoral en el proceso electoral del reciente 11 de abril.
Los argumentos son:
- La ONPE es un organismo copado en sus puntos claves por personas afines al toledismo, desde su jefe Magdalena Chu hasta diversos técnicos vinculados a organización, logística y procesamiento informático.
- Transparencia -encargada de un conteo rápido propio con una curiosa similitud al resultado final- es una entidad cuya central alemana en Berlín es estratégicamente afín a los intereses de Toledo y de su solapado socio Humala.
- El resto de encuestadoras, las cuales en su gran mayoría vinieron cediendo desde la etapa pre-electoral a la presión de dinero proveniente de las campañas (cercanas entre si a nivel de sus grandes financistas) tanto de Toledo como de Humala, es posible que hayan tenido un plan de último minuto para proveer encuestas a boca de urna y respectivos conteos rápidos que "preparen el terreno" para el no pase de PPK a la segunda vuelta.
- Nuevamente -igual que en abril 2006 cuando se supo de un sabotaje "karpista" en la cancillería contra Lourdes Flores- se produjeron extraños impasses en la votación del exterior, implicando p.ej. que varias mesas de votación importantes en Europa y USA no se abran a tiempo o no se abran nunca.